lunes, 14 de abril de 2014

Un mujer inicia la transformación de la Sede Quebrada Honda

Se inicia el cambio
Marco Castelblanco Pérez
En el año 2010 y después de muchas vicisitudes llegó a la vereda Quebrada Honda la docente LUZMILA CAMACHO nombrada para la IERV y asignada a la sede escolar ubicada allí. Durante algún tiempo la sede había permanecido vacante debido a varias razones; la principal la distancia y la dificultad del terreno para llegar. Estos eran los mayores argumentos para que ningún docente decidiera aceptar su ubicación en esta sede. Sin embargo, la comunidad estaba muy interesada en obtener de la secretaría de educación el nombramiento directo de un docente, pues ya había transcurrido el mes de febrero y los niños no tenían esperanza de continuar su año escolar.
La aceptación de la profesora Luzmila fue más un acto de generosidad suya que de imposición por parte de la dirección del colegio en cabeza de la Mg. Martha Vidales quien conocedora de las dificultades buscaba por todos los medios que se asignara un docente cercano y conocedor de la región donde se ubica esta sede. La docente en mención, ya había vivido experiencias significativas de trabajo en zonas rurales y hogares campesinos. Este hecho redundó en favor de la comunidad pues fortalecida por su experiencia y su empuje como mujer profesional y trabajadora la docente Luzmila se enfrentó al reto de venir a servir a esta comunidad desde la escuela.
A pesar de que las condiciones de aseo y mantenimiento de la sede no eran las óptimas, Luzmila decidió reunir inmediatamente a los padres de familia, tomo lista de los niños, realizó las primeras matrículas y al día siguiente se iniciaron las clases, pues como ya se dijo estaba iniciando el mes de marzo y la docente consideró que no se debía perder más tiempo. Su tesón y su arduo trabajo la llevaron a terminar satisfactoriamente el año escolar con 23 estudiantes de primaria.
Al año siguiente, los padres manifestaron su preocupación por los niños que habían terminado quinto de primaria, pues debían quedarse trabajando en casa ya que no tenían los medios para llevarlos a continuar sus estudios en la ciudad de Villavicencio o en  otro municipio. Ante esta situación la docente optó por abrir la postprimaria asignándose a sí misma una nueva responsabilidad pues no fue posible que otro docente se desplazara a la sede para ayudarla. El único apoyo lo recibió de palabras de la rectora y de la confianza brindada por los padres de familia quienes la consideraban capaz de llevar a feliz término tal empresa. Efectivamente la posprimaria se inició y terminó con éxito su primer año.
Nada parecía suficiente para la docente Luzmila. Muchos adultos le manifestaron su necesidad de aprender y de continuar su educación. Así que decidió dedicar las tardes a trabajar con los adultos y hasta algunas horas de la noche a punta de vela. Unos diez adultos se unieron al proyecto y se inició así la formación por ciclos de acuerdo a lo establecido por el ministerio de educación. Se distribuían en ciclo 1, ciclo 3 y ciclo 4. Hoy (2013) estamos a punto de graduar los primeros adultos de Quebrada Honda como bachilleres pues ya están finalizando el ciclo V.
Esta experiencia evidencia la importancia de la lucha asumida por la dirección del colegio en implementar las metodologías flexibles para dar respuesta a las necesidades educativas de la comunidad, especialmente de las comunidades veredales más alejadas del casco urbano del municipio de Villavicencio.
El trabajo realizado por la docente Luzmila Camacho era admirable desde todo punto de vista. Además de las labores desarrolladas en la escuela, la docente ha establecido fuertes lazos de amistad con las personas de la comunidad y ha ejercido un buen liderazgo logrando cambios actitudinales y mejorando las relaciones entre los habitantes, así como uniéndolos para realizar obras en beneficio de sí mismos y de la escuela. A su vez los padres de familia reconocen con gratitud el esfuerzo de la docente y continuamente ofrecen su colaboración desinteresada y a tiempo.
Luzmila Camacho, la docente que inició el proceso de transformación


Nota personal del autor

Estos hechos empezaron a conocerse en la institución poco a poco, pues de vez en cuando alguien comentaba apartes de lo que estaba ocurriendo en Quebrada Honda. Como líder del proyecto de investigación que propuso la reconstrucción de la historia de la IERV me interesé por los procesos desarrollados por esta docente y empecé a indagar más de cerca. Los descubrimientos realizados me inspiraron un profundo respeto por la docente pero también preocupación y cariño. De hecho siempre he admirado a los docentes rurales ya que su labor la mayor parte pasa desapercibida para quienes vivimos en los centros urbanos y la mayoría de las veces para las mismas autoridades educativas del municipio o la región.
A  comienzos del presente año la Mg. Martha Vidales nos manifestó su preocupación frente a esta situación y la necesidad de nombrar uno o dos docentes para que acompañaran a Luzmila en la labor educativa de la sede Quebrada Honda pues implicaba una excesiva carga para una sola persona. Fue una situación muy difícil, pues nadie quería irse a trabajar a una sede tan distante. Así que después de varios días y viendo que nadie se ofrecía para ir, decidí abandonar la sede principal e irme a trabajar a la vereda con esta docente que tantas lecciones de vocación nos estaba dando a los maestros.
La Mg. Martha Vidales decidió subir a la sede para comprobar por sí misma la situación. Acompañada por varios docentes y los nuevos que íbamos para la sede (Profesora Nubia Hernández y quien escribe) ascendimos el trayecto para tener un encuentro con la comunidad y cerrar el pacto de trabajo para el año lectivo 2013.
No ha sido fácil para mí pero me alegro de comprobar por mí mismo todo lo que se ha dicho y mucho más que no alcanzo a registrar aquí porque escapa a mi memoria. A la fecha (Marzo 15/2013) la sede cuenta con 46 estudiantes distribuidos en los niveles de preescolar hasta undécimo más el grupo de educación de adultos.

Las rutas de acceso a la vereda Quebrada Honda

Uno de los más serios problemas que presenta la vereda es sin duda las rutas de acceso. Durante el verano se implementa una carretera por la playa en la margen izquierda del río que une el puente de la Tarabita con el sector denominado La Playa cerca a la bocatoma del acueducto donde existe un puente sobre la Quebrada Honda que comunica a esta vereda con la vereda de Santa Helena. Para llegar a la escuela el trayecto en tiempo se acorta aproximadamente en una hora lo que gasta generalmente una persona a buen paso subiendo la pendiente.
La rectora Martha Vidales y algunos docentes durante el ascenso a la sede Quebrada Honda. 
Enero 31 de 2013

En tiempo de invierno el acceso a la vereda se hace por el camino de herradura que va por la montaña a la margen derecha del río Guatiquía, cuyo recorrido demora aproximadamente dos horas y media hasta la sede escolar de Quebrada Honda. Este camino está en malas condiciones y presenta constantes derrumbes que ponen en peligro la vida y la seguridad de los transeúntes. Se trata además de un camino angosto acondicionado de manera artesanal y por el paso realizado por los habitantes desde la época de la colonia.
En los últimos años, se están llevando a cabo en la margen del río una serie de obras para modernizar el acueducto de Villavicencio. Estas obras han requerido la perforación de la montaña para incrustar allí pilotes de gran envergadura los cuales sostendrán la nueva tubería del acueducto.
Estas perforaciones han ocasionado el derrumbe de grandes tramos de montaña llevándose consigo gran parte del camino existente y obligando a los transeúntes a descender a la playa del río o a transitar a campo traviesa aumentando el riesgo para su vida y su seguridad personal.
La comunidad ha insistido constantemente ante la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio y ante las demás autoridades sin que hasta la fecha se haya atendido sus peticiones. Este camino está cada vez más deteriorado y estas dificultades aumentan también el tiempo de tránsito entre la vereda y el municipio de Villavicencio.

Para los docentes de la escuela esta es una gran dificultad, pues no vivimos en la escuela sino que vamos a laborar durante los días hábiles. Si a esto le sumamos que solo hay un campero que hace la ruta los días martes y viernes, pues termina por convertirse en un grave obstáculo el desplazamiento a la sede escolar.

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