Se inicia el cambio
Marco Castelblanco Pérez
En
el año 2010 y después de muchas vicisitudes llegó a la vereda Quebrada Honda la
docente LUZMILA CAMACHO nombrada para la IERV y asignada a la sede escolar
ubicada allí. Durante algún tiempo la sede había permanecido vacante debido a
varias razones; la principal la distancia y la dificultad del terreno para
llegar. Estos eran los mayores argumentos para que ningún docente decidiera
aceptar su ubicación en esta sede. Sin embargo, la comunidad estaba muy
interesada en obtener de la secretaría de educación el nombramiento directo de
un docente, pues ya había transcurrido el mes de febrero y los niños no tenían
esperanza de continuar su año escolar.
La
aceptación de la profesora Luzmila fue más un acto de generosidad suya que de
imposición por parte de la dirección del colegio en cabeza de la Mg. Martha
Vidales quien conocedora de las dificultades buscaba por todos los medios que
se asignara un docente cercano y conocedor de la región donde se ubica esta
sede. La docente en mención, ya había vivido experiencias significativas de
trabajo en zonas rurales y hogares campesinos. Este hecho redundó en favor de
la comunidad pues fortalecida por su experiencia y su empuje como mujer
profesional y trabajadora la docente Luzmila se enfrentó al reto de venir a
servir a esta comunidad desde la escuela.
A
pesar de que las condiciones de aseo y mantenimiento de la sede no eran las
óptimas, Luzmila decidió reunir inmediatamente a los padres de familia, tomo
lista de los niños, realizó las primeras matrículas y al día siguiente se
iniciaron las clases, pues como ya se dijo estaba iniciando el mes de marzo y
la docente consideró que no se debía perder más tiempo. Su tesón y su arduo
trabajo la llevaron a terminar satisfactoriamente el año escolar con 23
estudiantes de primaria.
Al
año siguiente, los padres manifestaron su preocupación por los niños que habían
terminado quinto de primaria, pues debían quedarse trabajando en casa ya que no
tenían los medios para llevarlos a continuar sus estudios en la ciudad de
Villavicencio o en otro municipio. Ante
esta situación la docente optó por abrir la postprimaria asignándose a sí misma
una nueva responsabilidad pues no fue posible que otro docente se desplazara a la
sede para ayudarla. El único apoyo lo recibió de palabras de la rectora y de la
confianza brindada por los padres de familia quienes la consideraban capaz de
llevar a feliz término tal empresa. Efectivamente la posprimaria se inició y
terminó con éxito su primer año.
Nada
parecía suficiente para la docente Luzmila. Muchos adultos le manifestaron su
necesidad de aprender y de continuar su educación. Así que decidió dedicar las
tardes a trabajar con los adultos y hasta algunas horas de la noche a punta de
vela. Unos diez adultos se unieron al proyecto y se inició así la formación por
ciclos de acuerdo a lo establecido por el ministerio de educación. Se
distribuían en ciclo 1, ciclo 3 y ciclo 4. Hoy (2013) estamos a punto de graduar
los primeros adultos de Quebrada Honda como bachilleres pues ya están
finalizando el ciclo V.
Esta
experiencia evidencia la importancia de la lucha asumida por la dirección del
colegio en implementar las metodologías flexibles para dar respuesta a las
necesidades educativas de la comunidad, especialmente de las comunidades
veredales más alejadas del casco urbano del municipio de Villavicencio.
El
trabajo realizado por la docente Luzmila Camacho era admirable desde todo punto
de vista. Además de las labores desarrolladas en la escuela, la docente ha
establecido fuertes lazos de amistad con las personas de la comunidad y ha
ejercido un buen liderazgo logrando cambios actitudinales y mejorando las
relaciones entre los habitantes, así como uniéndolos para realizar obras en
beneficio de sí mismos y de la escuela. A su vez los padres de familia
reconocen con gratitud el esfuerzo de la docente y continuamente ofrecen su
colaboración desinteresada y a tiempo.
Luzmila Camacho, la docente que inició el proceso de transformación
Nota personal del autor
Estos
hechos empezaron a conocerse en la institución poco a poco, pues de vez en
cuando alguien comentaba apartes de lo que estaba ocurriendo en Quebrada Honda.
Como líder del proyecto de investigación que propuso la reconstrucción de la
historia de la IERV me interesé por los procesos desarrollados por esta docente
y empecé a indagar más de cerca. Los descubrimientos realizados me inspiraron
un profundo respeto por la docente pero también preocupación y cariño. De hecho
siempre he admirado a los docentes rurales ya que su labor la mayor parte pasa
desapercibida para quienes vivimos en los centros urbanos y la mayoría de las
veces para las mismas autoridades educativas del municipio o la región.
A comienzos del presente año la Mg. Martha
Vidales nos manifestó su preocupación frente a esta situación y la necesidad de
nombrar uno o dos docentes para que acompañaran a Luzmila en la labor educativa
de la sede Quebrada Honda pues implicaba una excesiva carga para una sola
persona. Fue una situación muy difícil, pues nadie quería irse a trabajar a una
sede tan distante. Así que después de varios días y viendo que nadie se ofrecía
para ir, decidí abandonar la sede principal e irme a trabajar a la vereda con
esta docente que tantas lecciones de vocación nos estaba dando a los maestros.
La
Mg. Martha Vidales decidió subir a la sede para comprobar por sí misma la
situación. Acompañada por varios docentes y los nuevos que íbamos para la sede
(Profesora Nubia Hernández y quien escribe) ascendimos el trayecto para tener
un encuentro con la comunidad y cerrar el pacto de trabajo para el año lectivo
2013.
No
ha sido fácil para mí pero me alegro de comprobar por mí mismo todo lo que se
ha dicho y mucho más que no alcanzo a registrar aquí porque escapa a mi
memoria. A la fecha (Marzo 15/2013) la sede cuenta con 46 estudiantes
distribuidos en los niveles de preescolar hasta undécimo más el grupo de
educación de adultos.
Las
rutas de acceso a la vereda Quebrada Honda
Uno de los más serios
problemas que presenta la vereda es sin duda las rutas de acceso. Durante el
verano se implementa una carretera por la playa en la margen izquierda del río
que une el puente de la Tarabita con el sector denominado La Playa cerca a la bocatoma
del acueducto donde existe un puente sobre la Quebrada Honda que comunica a
esta vereda con la vereda de Santa Helena. Para llegar a la escuela el trayecto
en tiempo se acorta aproximadamente en una hora lo que gasta generalmente una
persona a buen paso subiendo la pendiente.
La rectora Martha Vidales y algunos docentes durante el ascenso a la sede Quebrada Honda.
Enero 31 de 2013
En tiempo de invierno el
acceso a la vereda se hace por el camino de herradura que va por la montaña a
la margen derecha del río Guatiquía, cuyo recorrido demora aproximadamente dos
horas y media hasta la sede escolar de Quebrada Honda. Este camino está en
malas condiciones y presenta constantes derrumbes que ponen en peligro la vida
y la seguridad de los transeúntes. Se trata además de un camino angosto acondicionado
de manera artesanal y por el paso realizado por los habitantes desde la época
de la colonia.
En los últimos años, se
están llevando a cabo en la margen del río una serie de obras para modernizar
el acueducto de Villavicencio. Estas obras han requerido la perforación de la
montaña para incrustar allí pilotes de gran envergadura los cuales sostendrán
la nueva tubería del acueducto.
Estas perforaciones han
ocasionado el derrumbe de grandes tramos de montaña llevándose consigo gran
parte del camino existente y obligando a los transeúntes a descender a la playa
del río o a transitar a campo traviesa aumentando el riesgo para su vida y su
seguridad personal.
La comunidad ha insistido
constantemente ante la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio y
ante las demás autoridades sin que hasta la fecha se haya atendido sus
peticiones. Este camino está cada vez más deteriorado y estas dificultades
aumentan también el tiempo de tránsito entre la vereda y el municipio de
Villavicencio.
Para los docentes de la
escuela esta es una gran dificultad, pues no vivimos en la escuela sino que
vamos a laborar durante los días hábiles. Si a esto le sumamos que solo hay un
campero que hace la ruta los días martes y viernes, pues termina por convertirse
en un grave obstáculo el desplazamiento a la sede escolar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario